Respetando mi cuerpo
Todos poseemos un cuerpo el cual habita un tiempo y espacio,
que podríamos hacer lo que quisiéramos con él, con el fin de satisfacer nuestra
autoestima, ganar dinero, y otras cosas más que no cabe mencionar.
El respeto al cuerpo propiamente dicho, no es más que el
cariño que siento por él; algunas personas no vemos eso, a diferentes momentos
y estímulos. Por ejemplo: me voy a una fiesta y termino teniendo relaciones con
una mujer que recién acabo de conocer; la verdad me gustó mucho, pero, en el
fondo sé que podría tener alguna enfermedad, me podría haber contagiado; o tal
vez jamás la vuelva a ver, lo que hace que tal vez me ilusione de ella, y ella,
nunca más me vuelva a ver porque no le importó ni un pepino.
El saber decir NO implica que tú tienes la valentía de
abstenerte de algunas cosas, que son perjudiciales para tu cuerpo, y tu
autoestima, eso también conlleva a la exclusión de los diferentes grupos
sociales, que en realidad lo único que tal vez querían es hacerte daño.
Si nos ponemos a pensar un momento: ¿Qué pasaría si entrego
todo mi ser a alguien que me va a hacer daño?, ¿estaría satisfecho?, ¿me
gustaría en realidad lo que han hecho conmigo?, y así una serie interminable de
dudas que vendrían a nuestra cabeza, que nos invita a reflexionar y entender
que nuestro cuerpo es un templo, el cual tiene que ser respetado, empezando por
mí mismo.
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